Páginas

17 nov 2013

CULTIVAR EN NOVIEMBRE

GUISANTES

El guisante, alverja, arjeva o chicharro, es la semilla que se encuentra encerrada en la vaina de la guisantera. Pertenece a la familia de las leguminosas, junto a las habas o las judías verdes, por lo que son muy nutritivos por su alto contenido en hidratos de carbono, proteínas y lípidos.
Existe una gran producción industrial de guisantes que nada tiene que ver con el sabor y propiedades que los guisantes que podemos cultivar de forma ecológica en nuestro huerto. Además, al cultivar guisantes, mejoraremos la estructura del suelo, ya que fijan nitrógeno en la tierra,  y una vez termina la cosecha, las matas nos servirán como abono verde.
Requerimientos del Guisante
Clima: los guisantes se desarrollan bien en un clima fresco, con frío moderado y húmedo. No soporta el calor en exceso ni el tiempo muy seco.
Riego: son aconsejables los riegos copiosos y espaciados más que los riegos continuados. Sobre todo evitaremos el encharcamiento. Cuando se abran las primeras flores, las regaremos con regularidad si el tiempo es seco.
Nutrientes: al igual que el resto de las leguminosas, los guisantes también fijan nitrógeno atmosférico, por lo que no necesitan grandes aportes de fertilizantes. En el caso de que sean suelos pobres, podemos añadir un poco de compost bien fermentado (mantillo).
Suelo: se adapta bien a todo tipo de suelo, aunque no le convienen los muy calcáreos y secos, ni los excesivamente ácidos y húmedos. Prefieren suelos frescos, mullidos y bien drenados.

Cómo cultivar el guisante
La época de siembra variará un poco en función de la variedad de guisante, pero de forma general, sembraremos en otoño (octubre-diciembre); y en unas 12-14 semanas ya podremos recolectar nuestras primeras vainas.
La siembra se realiza directamente sobre la tierra en líneas dejando unos 50cm de separación.  Colocaremos 3 o 4 semillas, cubriéndolas con 3 o 4cm de tierra.
Cuando trabajemos la tierra junto a los guisantes, procuraremos hacerlo de forma muy superficial, pues las raíces son muy sensibles y pueden dañarse con facilidad.
Si hemos plantado variedades de enrame, necesitaremos unos soportes donde las plantas engancharán sus zarcillos y se sostendrán para crecer en altura. Para construir el soporte, nos haremos con ramas secas, cañas y alambres.
Asociaciones favorables

Los guisantes se llevan bien con la mayoría de las plantas, excepto con los ajos y la cebolla. Además, al haber espacio entre las líneas de guisantes, podemos sembrar rabanitos o plantar lechugas.
Las rotaciones las espaciaremos en una misma parcela cada dos o tres años.


Posibles plagas del guisante
El primer problema que nos aparecerá al sembrar los guisantes serán los pájaros, caracoles y roedores, para ello colocaremos alguna malla protectora o cintas brillantes.
Para el  gusano del guisante, cuyas larvas excavan galerías dentro del fruto, podemos realizar tratamientos con algún insecticida natural o con Bacillus thuringiensis.
Los pulgones también pueden atacar a los cultivos, para ello trataremos con jabón potásico si es una plaga leve. Si es en cantidad, aplicaremos primero jabón potásico, que limpiará la melaza producida por el pulgón y reblandecerá su cutícula y después aplicaremos extracto de neem, que actuará como insecticida.
El mildiu y el oídio, son problemas habituales en el cultivo de guisantes en épocas calurosas y húmedas a la vez. Para ellos es conveniente aplicar extracto de cola de caballo o azufre espolvoreado.
Recolección del guisante
Inspeccionaremos las plantas con regularidad y recolectaremos las vainas cuando estén rellenas, pero que no sean demasiado grandes.


No hay comentarios:

Publicar un comentario